miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los problemas de idioma…español


Si bien en este blog me he referido siempre a mis troques con el inglés, hoy quiero mostrarles a ustedes, que siendo justos, tenemos que decir que nuestro español, riquísimo en cultura, también me ha traído mis troques.

Los cubanos con el acento que nos caracteriza, según los otros latinos hablamos rápido y tenemos un léxico aparte. ¡Qué barbaridad decir eso de nosotros! ¿Y ellos? Todo lo cambian.

“Ahorita hacemos aquello.” Ufff. Ese ahorita es un lío. Para los cubanos ahorita es al rato. Para ellos, ahora mismo. De ahí nuestras protestas constantes. ¿Pero tú no estabas apurado? ¿Cómo qué ahorita?

Un amigo que iba en exceso de velocidad manejando, le dije que tuviera cuidados, me dijo: “no se preocupe Isaac, yo soy un CAFRE manejando”. Y yo no lo dudé. Me traía frenando. Le expliqué que lo veía bien bruto y me dijo “A poco que quieres insultarme, yo dije que soy CAFRE no bruto”. Para ellos cafre es “aventado” y no hablo de gases, o más bien es valiente, arriesgado o con habilidades.

Otro me dijo que no tenía MUEBLE y que necesitaba un “ride” para ir al trabajo. ¿UD no tendrá mueble pero jamás he visto a nadie ir en un sofá al trabajo? Me pregunté yo. Así se refieren algunos al carro, y me aseguraron que no lo parquean en la sala.

Otro amigo me aseguró que su mujer era “tortillera” y le pidió que se “viniera” y me asegurará que lo era, pues yo solo reía y decía no con la cabeza. Estaba convencido que no era lo que yo entendía, pero a un cubano que le digan semejante cosa… a la semana de llegar.

¡Aguas, aguas, aguas!...así dijo un amigo centroamericano a un chofer cubano en una intersección que el chofer no podía mirar hacia su derecha por una carga detrás de un pequeño camión. Resultado, el chofer al oír el enunciado, aceleró y sintió un fuerte impacto que desbarató no solo la carga que traían, también su pequeño camión. ¿Por qué no se detuvo Ud.? Porque Ud. me dijo aguas, aguas y me hizo un ademan que en Cuba es dale, dale.

Eso sin contar que en las fiestas hay que preguntar no solo lo que van a llevar sino que lleva el plato y como se prepara. En una ocasión nosotros dijimos, vamos a llevar congris. Una dijo yo arroz con “gandules” y otro dijo yo arroz con habichuelas. Los tres, muy parecidos, menos mal que era una fiesta de 200 personas y no de tres, sino hubiésemos comido prácticamente lo mismo.

Fin de la Primera parte.