Este lema lo repetí de niño, miles de veces. en nuestra Cuba, todas las escuelas tienen un "terreno" donde se practica de todo. (terreno: parcela de tierra por lo general rectangular. Muchos lo confunden con el patio de la escuela)
Por lo general, también poseen un terreno cementado adornado de dos postes con sus respectivos aros del juego de baloncesto. Digo aros, porque la malla que adornan estos aros, en la mayoría de los casos, no existe. Justo donde se supone que debían estar las rayas laterales los postes de hierro para la maya del juego de voleybol. Estos terrenos están cercados en su gran mayoría, es decir, que o practicas el deporte en el medio de la calle, o empiezas tu calentamiento cruzando o brincando la cerca.
De ahí que nuestras estrellas menores rompan ventanas, cristales, cabezas con las pocas pelotas que consiguen, o ellos mismos fabrican, con medias viejas, papel, trapos, piedras y "teipe" o tape como se le dice acá. ¿Guantes? ¿Balones nuevos? ¿Pelotas de repuesto? ¿Bates? Ciencia ficción.
Cuando llegué a este país me invitaron a un juego de pelotas. (Béisbol) Habían alrededor de veinte pelotas, sobraban los guantes, y habían solo cuatro bates de aluminio. ¿Dónde jugamos?En un terreno de béisbol cerca de la casa donde vivía entonces. El terreno tiene cercas, pero para delimitar su extensión. Hay dos puertas que se mantienen veinticuatro horas abiertas,esta marcado, tiene las bases, banco para jugadores y hasta unas pequeñas gradas. Había una pilita con agua para tomar, que nadie utilizó pues ya ustedes se saben la historia de los pomitos. Había hasta un bañito.
La curiosidad me mató.
¿Cuánto pagaron para jugar acá?
¡Nada mi´jo! ¡esto es gratis! Acá por las noches encienden las luces, que creo que si tienes que pagar algo pero no estoy seguro. Porque nosotros hemos venido de noche y hemos jugado y nadie nos ha pedido dinero.
Yo conté, dos terrenos de béisbol y uno de softbol.Cuatro de tenis, uno de voleybol y dos de baloncesto. Además de uno de fútbol con todas las de la ley.
Pero bueno, todo tiene su encanto. Muchos recordamos con nostalgia nuestros juegos cuatro esquina, o a la mano (Juego de béisbol con una pelota de goma, sin bate. El "bateador" golpea la pelota con su puño y camina en las bases), el quiquirilata, el chucho escondido, que por razones de tiempo, no voy a explicar en que consiste. Otros como yo, recuerdo con picardía ser dueño de la pelota y jugar obligado, aunque fuera el peor del team. O quitarle el cabo a un pico y tener el mejor bate del barrio.
Tener al alcance tantas cosas y no haber tenido en mi niñez, no es lo que molesta. Me molesta, que muchos no crean como genuinas estas historias, que no aprecien lo que pudieran lograr, y que de niño me dijeran, e insistieran, que si alguien pobre quería practicar deportes tenía que vivir en la Isla, donde el deporte es un derecho de todos.