martes, 28 de diciembre de 2010
Mi peor pesadilla
!Tremendo!. Se imaginan vivir unas 10 horas en los EUA, y luego de encontrarse con la familia, comer, montar en avión, carro...despertarse porque todo ha sido un sueño. Aunque algunos les sea risible, esta siempre ha sido mi peor pesadilla.
En una ocasión soñé que le decía a mi esposa "¿Cuándo nos va a llegar la sálida? Dios Mío yo he soñado que vivo en los EUA y todo me parece tan real, y ahora me veo aquí, en el Embill, viviendo con mi papá..."
Gracias a Dios me desperté. Ya al borde del infarto.
Ahora miro atrás y con dos años viviendo acá, en medio de una crisis ecónomica, con la economía al borde de un colapso, con el congreso reunido el día entero, en guerra, con un nivel de desempleo sin precedentes...estoy viviendo los mejores tiempo de mi vida. ¿Entienden ahora por qué es mi peor pesadilla soñar que esto es un sueño?
jueves, 23 de diciembre de 2010
Pidan limosnas no con escopeta, sino con etiqueta.
Como hay personas con fortunas en África que necesitan que tú lo ayudes y te ofrece millones. Los email pidiendo dinero para niños enfermos...son muchos y no dudo que algunos sean genuinos y auténticos. De hecho hay muchisimas organizaciones que a veces lo único que te piden son un menudito.
Hace poco he estado notando y lo cierto es que no sé si es nuevo o no, pero hay una organización y me reservo el nombre, que pide contribuciones con campanitas. Yo siempre veía que la gente daba cash. Pero ahora, ponen una máquina para que tu pases tu tarjeta de débito o crédito y asi hagas tu aporte a la organización. LA yuma es la yuma...eso es pedir limosna con etiqueta.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Otra alegría más
Hace poco recibí de Cuba este email: "locadios pronto nos vemos me uedan 4 dias estoy hecha una loca besos este es mi último correo de cuba besoss".
No saben cuantas emociones me pasaron por la cabeza. La alegría infinita de saber que otro cubano se le escapa a... ustedes saben a quien. Para colmo, esta cubana con dos niños, es alguien que quiero, conozco, y lo que más deseo es recibirla y darle mis más sinceras bienvenidas.
La alegría en mi esposa e hija, por la llegada de ellos es compartida. Trabajo este sábado y como todos los que han tenido que perderse una bienvenida voy estar imaginándome la llegada. Que cuiden a la Mamá que padece de la presión. Su papá debe estar loco...ese encuentro con los nietos va a ser tremendo. La última que le quedaba allá a esta familia.
Que conste que "por culpa de ella en los años 70" no se fueron de Cuba, ahora en el 2010 cumplen su cometido. ¡ Felicidades! ¡Qué rico! ¡Bienvenidos a los EUA!
lunes, 6 de diciembre de 2010
¿Te acuerdas?
¿Te acuerdas? Esa es una de las etapas más recurrentes de los inmigrantes de origen cubano. Los cuentos e historias del pasado, risas y la pregunta “¿Te acuerdas?”.
Claro con algunas diferencias. Por ejemplo ahora hacemos cuentos pero jamás sin comer nada, y mucho menos con calor, y poco probable también hacerlo cara a cara. Casi siempre me ha tocado hacerlo, vía celular, chat o videoconferencias como le dice un amigo.
Además, puedo decir sin temor a equivocarme que el estar acá, nos ha borrado algunos miedos, esos que comentamos en las secciones ¿Te acuerdas? Citemos algunos ejemplos.
En Cuba, cuantas veces desistíamos de comprar yuca porque las tres últimas veces no se ablandaban. En dos años jamás una yuca se nos ha resistido tanto como las cubanas. ¡Qué duras eran!
Las piñas ácidas por excelencia y chiquitas, de esas de tres por diez pesos… ¿Te acuerdas? Acá inmensas y dulces.
¿Te acuerdas?...cuánto tiempo dedicaban nuestras madres a escoger arroz y frijoles. ¿Quién escoge arroz acá? ¿Raya queso? ¿Tuesta chícharo? ¿Limpia pescados congelados? ¿Trapitos de período de las mujeres? ¿Hervir los pañales de los bebés? ¿Te acuerdas? Infinidad de cosas.
Claro a veces nos acordamos de las galleticas de dulce, los mangos, las guayabas, las playas, las colas interminable de Coppelia y se acababa el helado delante de ti… perdón hablaba de las cosas buenas. Que las hay. Sin duda alguna las hay, pero…casi ni las recordamos.
Hace poco mi niña estuvo en la Isla. Le hablamos de Coppelia. ¿Te acuerdas?, le preguntamos. ¡No!, fue su respuesta.
Nos gastamos de explicarle el lugar. Las colas, el agua caliente, las empleadas gordas sin educación, uno o dos sabores, la mitad de la bola, las escaleras sucias, el pasamano que jamás te dejamos tocar… ¿Te acuerdas? La niña sonrió y me dijo ¡qué exagerado papi! ¿Cómo va a ver un lugar así?
A veces es mejor olvidar.
Pero a veces, solo a veces, disfrutamos, con las diferencias de ahora, con la risa y los amigos de siempre, con las nostálgicas, con las graciosas, con las incontables historias, y cuando nos preguntan ¿Te acuerdas?, decir muertos de la risa “¿Cómo se me va a olvidar?”…