lunes, 26 de diciembre de 2011

“Con destino a Miami”

“Con destino a Miami”

Si bien es cierto que cuando
vives en la Isla, todos los cubanos quieren un bote, un avión, un “lo que sea”,
con destino a Miami, cuando llegas a los Estados Unidos a veces esa idea cambia.
Cuando hace tres años arribé en
el aeropuerto de Miami, era algo espectacular. Cuando salimos de aeropuerto los
edificios, las luces, las calles, el tráfico…era algo de otro planeta. Hasta la
mismísima Hialeah, con la fama que tiene, era algo extraordinario.
Por situaciones personales, ese
mismo día viajé a Sarasota. Una ciudad pequeña, cerca de la playa, más
turística, tranquila, donde retirados y gente con dinero vienen a pasar los
meses invernales. No hay muchas fábricas ni industrias, y mucho menos grandes
compañías empleadoras. La gente usa la señal de luz para girar o doblar, te
permiten pasar, te dan la bienvenida en las tiendas te desean un buen día, y si
alguien se le ocurre enseñarte el dedo, es grosero, asqueroso y la minoría. Los
que vienen casi directos como yo, casi no cierran el carro con seguro, conozco
a alguien que es ahora cuando cierra su casa con cerrojo. Pero no hay pasteles,
ni croquetas, ni chicharrones, ni pizzas cubanas, ni dulce guayaba, ni helados
de sabores.
En Miami, no solo hay de eso. Hay
amigos, familias prácticamente. Muchos conocidos. Se habla español. Todos
gritan igual que tú, oyen lo mismo que tú, y tienen los mismos intereses que
tú.
Pero en Sarasota, después de tres
años has conocido mucha gente. Muchas las has llegado a querer. Algunas crees
que las conoces desde hace muchísimo tiempo. Tienes familia. Las escuelas son
tranquilas. El tráfico es suave, se habla inglés.
¿Nos preguntamos a veces si pudiéramos traer a
todos nuestros amigos, familiares y tradiciones a Sarasota? ¿O si pudiéramos convertir
Miami en una Sarasota y mudar a nuestros amigos y familiares allá? Es imposible.
Cuando vas a Miami te encuentras con todo eso y tu cabeza te da vueltas… te
encuentras con la familia y vas al Palacio de los jugos. Te crees que estas en
la Habana capitalista y luego de tres días, tienes que regresar. Sarasota ahora
es demasiado tranquilo. Extrañas más que nunca tú gente, tus costumbres, tú
comida, tú idioma. Pero Sarasota es un lugar especial para ti.
¿Será que después de tres años tenga que ir
con destino Miami?

sábado, 24 de diciembre de 2011

Los niños y la Psicología

En los tiempos de Martí, los
niños eran la esperanza del Mundo, pero si el futuro depende de ellos,
pobrecitos las nuevas generaciones.
Pero es que en los tiempos de Martí, no había
psicólogos.
En mis tiempos de niño, eras malcriado
y se acabó. Tus padres te regañaban, te pegaban y castigaban. ¡Esos sí que eran
padres! La gran mayoría sin un noveno grado de escolaridad, podían con todos
sus hijos. Algunos tenían cifras, que hoy serían parte de cualquier reality
show. Pero los tiempos cambiaron. Llegó la psicología.
Hace años se dice que es mejor
hablar que “maltratar” a los niños. Y es que lo cierto es que algunos se les
fue la mano “disciplinando” a sus hijos.
Vinimos a Estados Unidos, más
Psicología. Parece que los niños pueden hacer lo que ellos quieran…gracias a la
Psicología.
Hace unos días escuché un niño
decir que su comportamiento era debido a que sus padres le habían dado una
enseñanza poco cariñosa y algo estricta. ¿A qué le llamas estricto? Esta fue su
respuesta:” Me obligaban a hacer las tareas, a bañarme y a veces me amenazaban
de que no vería TV sino recogía mi cuarto… ¡Eso es abusivo!”.Por eso se metió a
una pandilla a los doce años y fuma drogas. Creo que estos son los resultados
de aplicar mal la psicología y tenerla como anarquista, haz lo que quieras, sé
tú mismo, nada ni nadie puede pararte.
Recién llegado vi a un niño en el
piso de un restaurant de comida rápida llorando y gritando. Su madre y padre
hablaban en voz baja y hasta se reían, como si nada pasara a veinte millas
alrededor de ellos. Por dentro nos decíamos, “si me lo dejan veinte minutos…lo
maduro”. Por supuesto, luego alguien nos aclaro que nosotros terminaríamos
“maduros” y en todos los noticieros del país. Hace poco, escuche a una madre
decir en frente de su esposo, que no la rectificó, por el contrario, asintió
con la cabeza, que dejaban al niño en una Institución Psicológica porque no
pueden manejar la situación. ¿Cómo? ¿Qué? El niño tiene cinco añitos.
Pero no se preocupen más de lo
debido, les sugiero a todos la psicología que nos enseñaron en
nuestros países. Sé que es algo anticuada y culturalmente hablando opuesta en
la sociedad que vivimos.
Creo que todos entendimos. Y siempre hagan
igual que mi madre, luego de utilizarla me decía con voz calmada: ¡Me lo vas a
agradecer un día!
Y si que se lo agradezco.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Viernes negro contra domingo rojo


No me negarán que es un contraste de colores excesivo. Y es que con esto
de ponerle colores a los días de la semana me asustan, porque tengo algunos
recuerdos ambiguos de esta situación. Para los no cubanos, se preguntarán qué
es un domingo rojo, y si lo explicamos con detalles probablemente ninguno crea
lo que le decimos. Esta vez para variar, empezaremos por las semejanzas y luego
descubriremos poco a poco, mencionando las diferencias, qué es un domingo rojo.

Semejanzas del viernes negro y el domingo rojo.

Primero: Algunas personas ni duermen esa noche, por participar. Otras se
levantan bien temprano. Yo jamás he hecho esto ni por uno ni por el otro,
duermo todo lo que puedo.
Segundo: Se hacen largas filas o colas, y se supone que todos los que
van, lo hacen voluntariamente. He oído
historias de esposos que son amenazados por sus esposas de ir solas y gastar más
del presupuesto acordado si ellos no la acompañan toda la noche en la fila…
Tercero: En la TV anuncian los records de asistencia y hay cobertura
nacional de los logros.
Cuarto: Por lo general esto conlleva a una jornada fatigosa y llena de
cuentos e historias.
Quinto: La campaña publicitaria incluye, prensa escrita, es decir, periódico,
TV, radio, pancartas, vallas, etc.

Algunas diferencias.

Primero: En el domingo rojo nadie compra nada. Se hacen cada vez que el
gobierno cubano lo estima conveniente, y en los años 80 daban un pequeño bono
que solo servía para certificar tu participación. No se necesitan más
explicaciones.
Segundo: Para el viernes negro la gente se afilan los dientes, para el
domingo rojo se lo sacan por tal de no ir.
Tercero: En los avances comerciales del viernes negro, mucha gente
presta atención para ver las posibles “gangas”…cuando en Cuba pasan un “comercial”
del domingo rojo, se baja el volumen del televisor, y los presentes se dividen
en el baño, tomar agua, prender cigarrillos, tomar café, o simplemente hacer
cuentos. NO cambiamos el canal porque por lo general es lo mismo en todos los
canales.
Cuarto: El viernes negro es la llamada estocada comercial para vender
más, aparentando gangas a los clientes y pérdidas millonarias a los grandes
comerciantes. El domingo rojo, es la puñalada final del gobierno para tratar de
atemorizar a alguien con la guerra del enemigo que nos vigila, nos bloquea y
desea esclavizarnos, con negocios, desarrollo, calles abarrotadas de automóviles,
de computadoras de internet, Ipod…es decir, nos quieren esclavizar a una
economía de mercado, que incluiría con el exterminio absoluto del DOMINGO ROJO
y la implantación absoluta de su VIERNES NEGRO.